Al término de la primera ronda, el equipo mexicano inició con 47.20 puntos para ubicarse en el cuarto puesto; para la segunda, Orozco y Agúndez tiraron un clavado simple hacia atrás para sumar 91.20 puntos y ubicarse de manera momentánea en el séptimo lugar.

Para la tercera ronda, comenzaron a tirar sus mejores ejecuciones, los clavados libres, donde hicieron tres vueltas inversa en posición B, y así lograron subir al quinto puesto de la clasificación.

La pelea por las medallas se volvió más reñida, al término de la cuarta y penúltima ronda, las mexicanas se posicionaban a 1.32 puntos de la zona de presas, al sumar 228.66 unidades.

Pero fue en la última ejecución donde demostraron uno de sus mejores clavados: dos vueltas y media. En este momento falló la pareja japonesa y de esa forma el equipo tricolor logró se subió a la tercera posición para así sumar otra presea más en la disciplina de clavados.